te apoderaste de aquel ser inocente
adueñándote de cada latido de su ser,
siendo el veneno que recorre su cuerpo.
Con tu voz encantadora
y aquel cuerpo esbelto
que paraliza cada sentido.
Eres su desvelo de cada noche,
has deleitado su mirada
escondiéndote en su mente.
Te has convertido en su más grande amor,
siendo a la vez, su más grande perdición.

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